Samaín,
para la tradición angosajona Halloween,
transforma el aula durante una jornada.
Extraños instantes se han vivido: Caras con cicatrices, melenas de quita y pon, ojos muy abiertos tras un semblante para echarse a temblar, rostros que cambiaban por momentos de forma irreconocible, una espada sangrienta pasando de mesa en mesa, sustos a troche y moche...
Incluso se podría afirmar que un alumno sintió una extraña sensación cuando corregía un ejercicio frente a un personaje que, por un instante, le dejó casi sin palabras -pero las encontró-.
A la vista de lo sucedido, es posible decir que hoy las materias de las clases se trabajaron de una forma terrorífica /-mente divertida.
Clase terrorífica. Samaín 2016 on PhotoPeach
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