Un día que estaba en casa de mi abuela, había un papel encima de la mesa y lo leí. Era una hoja de un calendario:
Por detrás estaba escritos unos acertijos.
En el colegio los leí y a l@s compañer@s les gustó mucho.
Les costó bastante resolver los primeros; pero los dos últimos los resolvieron rápidamente.
Aquí os los dejo, ¡pero no hagáis trampas!: intentad acertar sin mirar las respuestas de reojo.
Iyán R. R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario